Parte de los materiales que hago son vídeos locutados. Cada vez soy más minimalista y partidario de los contenidos estáticos y simples para ilustrar conceptos, y de interactividad (la justa y relevante) para la parte práctica, pero muchas veces es inevitable tener que mostrar cómo funciona algo mediante un pequeño (y subrayo pequeño) vídeo o práctica guiada.
A lo largo del tiempo he ido recopilando un puñado de buenas prácticas que creo que influyen bastante en el resultado; algunas están basadas en artículos de investigación, otras son de sentido común, otras son técnicas consolidadas, otras conclusiones propias y otras las he ido cogiendo de aquí y de allá, de compañeros y colaboradores. A lo mejor te son útiles, así que aquí van:
Haz que dure poco.
Las buenas prácticas habituales del sector recomiendan menos de 20 minutos; mi opinión es que, aunque a veces es necesario, eso es cuatro veces más de lo adecuado. 5 minutos es perfecto.
Divide.
Si no te da con 5 minutos fragmenta el contenido en varios vídeos, y úsalos para andamiar la práctica, organizándolos escalonadamente como apoyo a ejercicios o casos.
Da un respiro.
En vídeos locutados, no empieces a hablar al cambiar de pantalla: deja un segundo o algo más para que el usuario pueda ubicarse y reconocer lo que tiene delante, antes de empezar a lanzarle información a los oídos.
Estate quieto.
No pongas más movimiento en pantalla del imprescindible. Si un elemento (sea texto o imagen) aparece de repente, que sea porque ilustra un concepto que quieres subrayar en ese preciso instante (por ejemplo, porque la locución habla de él).
Da visión de conjunto
Si estás explicando una secuencia de pasos, asegúrate de incluir un diagrama que los recoja, para dar una perspectiva global y generar expectativas sobre lo que se va a ver.
No te centres en el texto.
Pon poco texto en pantalla, y usa una locución para dar información extra (sin pasarte, porque si das mucha tampoco es que se vayan a quedar con ella). Nunca jamás locutes y presentes el mismo texto: usa la pantalla para enfatizar o ilustrar, no para repetirte.
Recorta el discurso.
Tanto si el texto va en locución como si va en pantalla (recuerda, NO en las dos), busca la forma más corta de expresar algo, y luego recórtala un poco más. El texto es valioso si está reducido a la mínima expresión.
Da control al usuario.
Si es un vídeo con varias partes, que elija por dónde empezar (incluso si tienen un orden recomendado; díselo, y si quiere saltarse algo déjale. Él sabrá lo que sabe mejor que tú).
Por supuesto, estaré encantado si alguien me ayuda a ampliar la lista o si, al contrario, me afea alguna con buenos argumentos.
[…] tiempo publiqué ocho consejos para crear vídeos didácticos. Eran pautas enfocadas a vídeos en general, así que voy a añadir unos pocos más enfocados a […]
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