En Todo BI veo el futuro cercano de la formación a distancia. Ya había leído acerca de una experiencia similar (una conferencia holográfica del Príncipe de Gales), pero es la primera vez que lo veo si no contamos Star Wars:
No es que sea revolucionario (y a juzgar por la descripción seguro que es caro: varias decenas de cámaras recogiendo datos de la presentadora y enviándolos a otras tantas que generan la imagen en el lugar donde se proyecta el holograma), porque es como una videoconferencia a lo grande, pero es muy muy llamativo. Me seduce la idea de dar cursos presenciales desde casa, pero sobre todo creo que su aplicación a la formación online llenará un campo que el videocasting cubre a medias.
Impartir una clase virtual puede hacerse en, por ejemplo, Second Life… pero un avatar no es lo mismo que un profesor de verdad, con sus gestos y su actitud presentes. Si hace unos días hablaba de que el formador suele quedar en segundo plano en el e-learning tal y como suele entenderse, estas experiencias me reafirman en la idea de que se pueden hacer las cosas mejor, y que además la tecnología que tenemos y la que tendremos lo piden a gritos.
Actualización: un análisis en CBC indica que los hologramas no eran tales, sino tomogramas (superposiciones de la imagen en la pantalla). Vamos, como un efecto especial, no una proyección en el espacio. Aunque no invalida la conclusión que comentaba (seguimos teniendo la videoconferencia, después de todo), no deja de ser una lástima. Paciencia.