Jay Cross y el aprendizaje informal

Mis aproximaciones al aprendizaje informal («el modo no oficial, fuera de agenda, improvisado, en el que la gente aprende a realizar su trabajo») se centran en crear pequeñas redes de aprendizaje dentro de las organizaciones, enseñar a compartir el conocimiento, a pedir ayuda y a ser conscientes de que se está aprendiendo todo el tiempo (algo que la gente no siempre percibe). Hay mucho más, pero no es fácil ponerlo en práctica, de ahí el interés que me provoca el taller «Informal Learning en la Práctica: Cómo diseñar su Proyecto de Aprendizaje Informal» que el próximo día 23 de Junio tendrá lugar en Madrid, en el que toma parte Jay Cross.

Es un evento al que siento no poder ir. Una experiencia de aprender haciendo centrada en el «informal learning» de la mano del autor de frases como la siguiente (la traducción al vuelo es mía):

«El aprendizaje solía centrarse en lo que había en la cabeza del individuo. El individuo hacía un examen y conseguía su título o certificado. El nuevo aprendizaje se centra en lo necesario para hacer bien una tarea. El puesto de trabajo es un examen en el que puedes consultar los libros […]. El nuevo trabajo en equipo supone disponer de buenas conexiones: fuentes que saben de lo que hablan, consejos que ayudan, alarmas que avisan de lo que es importante, y respuestas prontas para los problemas.»

Por tanto, viene a decir Mr. Cross, menos gastar en aprendizaje formal y más prestar atención a los procesos de aprendizaje que se dan de forma natural, a partir de la propia tarea y en el contexto de trabajo.

Si tuviera oficina, esta es una de las cosas que colgaría en la pared.

Expoelearning 2009

El 19 y 20 de Marzo, como ya había comentado por aquí, se celebró en Barcelona Expoelearning 2009. Como formador freelance no tenía muy claro si ir, porque parecía un evento más dedicado a las empresas que a los profesionales libres, pero gracias a un hueco en mi agenda y a las facilidades dadas por la organización (tengo que darle mil gracias a Cristina por las atenciones) finalmente hice el petate y me planté allí, un día tarde pero a tiempo para la segunda jornada de congreso. Vaya por delante, por esto, que mi visión del acontecimiento es incompleta.

Efectivamente no me había equivocado y la orientación del congreso iba más hacia el uso corporativo del e-learning, pero no por ello dejé de sacar provecho a mi incursión. El programa invitaba claramente a asistir a la Moodleparty, un evento de presentación y discusión de aspectos básicos y novedades de la plataforma Moodle. Aunque me llamaba, temí que se tratara de algo más dedicado a quienes no conocen ese LMS (luego me enteré de que hubo hueco para todo), así que opté por «aprender haciendo» con los seminarios prácticos a cargo de tres expertos. Como siempre, hubo de todo, pero me parecieron particularmente útiles los planteamientos de Íñigo Babot -cuyo libro tengo pendiente de lectura- y Javier Martínez Aldanondo, que además de tratar sendos temas que nunca pasan de moda (la formación por competencias y el conocimiento crítico) fueron también muestra de cómo plantear un taller que aproveche el aprendizaje colaborativo. Sin duda lo mejor del día.

La tarde se reveló un parcial chasco, porque las intervenciones del virtualcampus en el que me metí oscilaron entre lo interesante y lo directamente aburrido. Destacaría el intento del profesor Antonio Nazzaro -seguro de que nadie le hará ni caso- por convencer a quien monte una red en un centro propio de que haga hincapié en la seguridad; y la charla de Toni Martínez, de la UOC, que me ha hecho mirar el Windows Media Center con otros ojos (o, directamente, mirarlo, porque aparte de saber que existía no le había dedicado ni un minuto). Tampoco estuvo mal el planteamiento del mundo virtual que están construyendo en esa misma universidad, que aunque habrá que ver cómo termina viene a subrayar la tendencia al v-learning, y sólo por eso ya me resultó atractiva.

Aparte de las experiencias concretas y las afortunadas oportunidades de networking, salí del evento con una sensación ambivalente, más satisfecho que no, pero temiendo haberme perdido alguna charla revolucionaria y deseando que hubiera un poco más de hueco expreso para los formadores como yo. Difícil, claro, cuando los que mueven el invento son las organizaciones; sin embargo, bastantes veces me sentí un paso por delante de lo que me contaban… Eso sí, cualquiera que haya ido buscando un LMS a medida, estaba en el sitio adecuado.

Seguramente repetiré el año que viene, porque no quiero dejar pasar la posibilidad de escuchar esa conferencia que me hará ver algo nuevo de verdad. Esta vez sólo ha ocurrido a ratos, pero creo que es motivo suficiente para estar contento. No todo van a ser revoluciones.

De feria en feria

Dentro de menos de un mes tiene lugar la feria Expoelearning, dedicada a profesionales de la formación vía Internet. He asistido alguna otra vez a eventos similares -el último fue Expomanagement 2008, dedicado a la gestión de personas y RRHH-, y desde luego fue interesante… pero no sé si tanto como para compensar el gasto. Desde luego, las conferencias por sí solas no suelen valer lo que cuesta la entrada, por más que algunas sean excelentes. Pagas por la oportunidad del networking, por supuesto, que nunca viene mal, pero creo que buscándose la vida se puede acceder a según qué contactos en otras circunstancias y con mejor ratio coste/resultados (como, por ejemplo, Personal España, de la que he sabido hoy por el blog de Senior Manager y sobre la que estoy indagando).

Sé que si voy le sacaré partido, lo disfrutaré y encontraré razones para justificar el desembolso (entre el viaje a Barcelona, el alojamiento y la inscripción, es una factura a tener en cuenta), pero es que soy fácil de contentar :). Cuando me suelto en un macroevento cualquiera soy como un crío en una fiesta, y temo que mi facilidad para ilusionarme me nuble el juicio a la hora de valorar si efectivamente paga el tiro.

Por eso agradecería opiniones racionales (es decir, de cualquiera que no sea yo) que me pongan los pies en la tierra y me ayuden a decidir si, efectivamente, es una buena idea acudir a estos saraos, sin el sesgo de mi bendito entusiasmo. Más aún teniendo en cuenta que en Julio está EduLearn09, también en BCN, que es de otro estilo (investigación educativa en general) pero también me hace tilín…

¿Es grave? ¿Puede uno hacerse adicto a estos saraos enormes? ¿Están sobrevalorados y hago el tonto yendo de uno a otro?